Hacerse un tatuaje es mucho más que añadir un diseño en la piel: es un compromiso para cuidarlo, evitar infecciones y mantener los colores vibrantes. Después de la sesión, el tatuaje necesita atención para cicatrizar correctamente y permanecer intacto con el tiempo. En este artículo, explicaremos los pasos simples pero esenciales que debes seguir para proteger tu nuevo tatuaje y asegurar una buena cicatrización.
En primer lugar, la cicatrización de un tatuaje es diferente para cada persona: no todas las pieles sanan de la misma manera, ya que esto depende de la ubicación del tatuaje, la tinta, la técnica utilizada y, sobre todo, del cuidado posterior a la sesión.
Para empezar, estas son las 3 reglas más importantes:
- Sigue las instrucciones de tu tatuador o tatuadora: Ellos son los más indicados para resolver tus dudas. Si tienes cualquier pregunta, no dudes en ponerte en contacto con ellos.
- Lávate las manos: Para evitar infecciones, es fundamental que tus manos estén limpias y secas antes de tocar o cuidar el tatuaje.
- Protege tu tatuaje: Usa una crema protectora y evita exponerlo al sol en la medida de lo posible.
Consejos para el cuidado:
Una vez terminada la sesión, es posible que tu tatuador coloque un apósito sobre tu piel, que deberás retirar después de un cierto tiempo. Hay varios tipos de apósitos: un film plástico, que generalmente se recomienda mantener de 1 a 3 horas o un apósito tipo Dermalize (segunda piel), que suele mantenerse unos tres días. De nuevo, sigue las recomendaciones de tu tatuador o tatuadora.
El siguiente paso es limpiar el tatuaje: tendrás que lavarlo varias veces al día, normalmente dos o tres veces. Utiliza agua tibia y aplica delicadamente jabón de pH neutro a mano con movimientos circulares durante todo el periodo de cicatrización.
Por último, sécalo a golpecitos (sin frotar ni raspar) con una toalla de papel o un paño limpio y seco.

A continuación, dependiendo de tu tatuaje y de las recomendaciones del tatuador, el proceso de cicatrización puede ser en seco o requerir hidratación. En este último caso, tras la limpieza, deberás aplicar una fina capa de crema cicatrizante. En lugar de una crema, tu tatuador también puede recomendarte manteca de karité, Dexeryl® o incluso Cicaplast®.
Prohibiciones y recomendaciones:
- Nada de sol durante la cicatrización: Una vez cicatrizado, usa siempre protector solar con un factor de 50 o más al exponer tu tatuaje al sol.
- Evita nadar o sumergirte en agua estancada: No vayas a piscinas, playas, saunas o baños turcos.
- Evita actividades físicas intensas: Sudar puede interferir con la cicatrización de tu tatuaje.
- Deja que tu tatuaje respire: Cuanto más aire reciba, más rápido cicatrizará. Evita ropa ajustada sobre tu tatuaje y opta por prendas holgadas de algodón.
A los 4-6 días, tu piel comenzará a pelarse, y esto es NORMAL. Como con una quemadura de sol, las células muertas de la piel se desprenden para dar paso a una piel nueva. Aunque parezca que el color del tatuaje se está yendo con las costras, no te preocupes. La tinta se encuentra en la dermis (la segunda capa de la piel), por lo que tu tatuaje está seguro y será permanente.
Atención: No arranques las costras ni las pieles muertas. Esto podría dañar el diseño y provocar cicatrices.
Recordatorio final: Un mes después de la sesión, si notas algún problema con tu tatuaje, no dudes en contactar a tu tatuador para programar una cita de retoque. Es mejor esperar un mes para que la piel se recupere por completo de la sesión anterior y para que el tatuaje esté totalmente cicatrizado, evitando rechazos o infecciones.

¿Cómo prepararse para una sesión de tatuaje?